América sufrió diversos movimientos políticos de índole independentista a finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX, pero ¿sabías que uno de los primeros tuvo lugar en lo que hoy conocemos como Haití?

Hoy, en Historia Breve, te invitamos a conocer un poco acerca de la Revolución Haitiana.

La Revolución Haitiana o Revolución de Saint Domingue,[1] es el nombre que recibe el movimiento armado desarrollado en el territorio de Saint Domingue (hoy conocido como Haití) durante los años de 1791 a 1795. Pero, ¿qué provocó que esta colonia entrara en conflicto?

Lee todos los detalles a continuación.

El inicio del conflicto

Saint Domingue era uno de los territorios colonizados por Francia, en el cual (hasta 1789) el 87% de la población estaba conformada por esclavos negros (aproximadamente unas 462,000 personas se encontraban en condición de esclavitud). Casi todos ellos de origen africano (de Senegal, Guinea, Nigeria y Congo, principalmente) pues la población indígena que originalmente vivía en La Española fue fulminada casi en su totalidad por los colonizadores.

Aunado a esta condición de esclavitud en la que vivía la mayor parte de la población, los derechos de los que gozaban eran mínimos y, en muchos de los casos, ni siquiera se consideraba que los esclavos tuvieran derechos, a excepción de los manumisos,[2] quienes al tener la libertad obtenían derechos que en su anterior condición de esclavos no tenían.

Las condiciones en las que los negros vivían en Saint Domingue eran deplorables. Se les obligaba a trabajar durante largas jornadas y sin días de descanso. Al ser el azúcar el motor de la economía de la parte francesa de la isla y un importante sostén de la economía del imperio francés, la gran mayoría eran utilizados en las plantaciones de azúcar, café, algodón y añil.

El detonante de la Revolución Haitiana

Dadas las condiciones mencionadas, el hartazgo era ya demasiado, sin embargo, el mayor detonante fue que no se respetó el descanso que, según se decía, el rey de Francia había otorgado para los esclavos de Saint Domingue, en agosto de 1791. Este asueto constaba de tres días, y había sido un dictamen del rey; sin embargo, los esclavistas dueños de las plantaciones, no les otorgaron este beneficio, suceso que despertaría el furor en los esclavos y marcaría el inicio de este movimiento.

El inicio de estas revueltas tuvo su origen al norte de Saint Domingue, específicamente en Bois Caiman, la noche del 14 de agosto de 1791.

Desarrollo de las revueltas

Las manifestaciones no tardaron en extenderse a lo largo del territorio de Saint Domingue; comenzaron en el norte, y en pocos días tendrían respuesta en Plain du Norde, donde los esclavos hicieron arder varias de las plantaciones de azúcar (suceso que, a la larga, trajo repercusiones negativas para la economía haitiana). En los días siguientes los esclavos se levantaron en armas en Acul y Limbé, al norte; y al sur y oeste de Saint Domingue, en Los Cayos.

Inicialmente, la revolución estuvo comandada por Dutty Boukman, un sacerdote vudú de origen jamaiquino. El liderazgo de Boukman duraría muy poco tiempo, pues moriría en batalla en octubre o noviembre del mismo año en Le Cap, tan sólo unos meses después del inicio de las revueltas.

Luego de la muerte de Boukman, estaría al frente Jean François, un hombre de origen africano. La lealtad que el pueblo haitiano sentía hacia Jean François y a su esposa fue tal que se les reconocía como “rey y reina”. Bajo el mando de François estuvieron dos generales que participaron del movimiento en Acul y Limbé: George Biassou y Jeannot Bullet; a ellos se sumó Toussaint Louverture, quien igualmente participaba desde el inicio del conflicto.

Una alianza clave

Desde el inicio de la lucha en Saint Domingue, había temor por parte de las autoridades españolas que tenían dominio sobre Santo Domingo, especialmente por el gobernador Joaquín García y por el arzobispo de Santo Domingo. Este temor estaba justificado por los levantamientos de esclavos y matanzas de hombres blancos que se dieron del lado español pocos días después del inicio de las revueltas de haitianos.

Por ello, el 22 de febrero de 1793 el rey de España emitió una Real Cédula, a través de la cual hacía saber su interés por lograr una alianza con Jean François, Hyacinthe y los demás líderes haitianos. Finalmente, luego de la declaración de Guerra de España a Francia el 27 de marzo de 1793, el gobernador García y las autoridades españolas se aliaron con Jean François y Hyacinthe.

La fuerza que comenzaba a tener el ejército comandado por Jean François era notable, pues tan sólo unos meses después de que se sumaron las tropas españolas a la guerra, lograron reocupar el norte de Saint Domingue. Luego de esto, el arzobispo de Santo Domingo -que antes consideraba a los haitianos como un peligro- veía con buenos ojos la alianza entre españoles y haitianos.

La debacle de las fuerzas revolucionarias

El gobernador García elogiaba a Jean François, a quien reconocía como un hombre de carácter férreo. Pero este carácter duro y autoritario provocó que las diferencias entre François y Toussaint Louverture se hicieran cada vez más grandes; se decía incluso que François pensaba en matar a Louverture. Finalmente, en marzo de 1794, Louverture terminaría abandonando las filas revolucionarias junto con una tropa aproximada de 5,000 hombres y adhiriéndose a la causa francesa, pues al abolirse la esclavitud, para él ya no tenía sentido la alianza con los españoles.

Desde ese momento, Toussaint Louverture se convertiría en un dolor de cabeza para los revolucionarios, ya que junto con sus tropas logró recuperar una cantidad considerable de los territorios que se encontraban bajo dominio español.

El panorama lucía cada vez menos alentador para François y sus tropas, que se veían más debilitadas conforme Louverture recuperaba territorios para los franceses. Finalmente, el 14 de octubre de 1795 se firmaría un tratado de paz entre Francia y España, conocido como la Paz de Basilea. Este tratado estableció varios puntos: se ponía fin a la guerra que desde 1793 había dado comienzo entre estos dos imperios; España cedía Santo Domingo a los franceses, por lo que Francia tenía ahora el control total de La Española; además, se exigía el abandono de Jean François y el resto de los caudillos haitianos de la isla.

El gobernador García, ante la fidelidad que estos tuvieron hacia el rey como su monarca, luego de la alianza, le dio asilo en Cuba a Jean François. Luis de Las Casas, gobernador de Cuba, no estaba de acuerdo con la llegada de François pues consideraba que era un peligro para la estabilidad de la isla; es decir, tenerlo en Cuba podría representar el despertar de la insurrección de los esclavos, por lo que, finalmente, se decidió enviarlo a Cádiz junto con un aproximado de 136 personas, entre amos y sirvientes.

Y bien, lector, ¿conocías acerca de este conflicto?

Te leemos en la caja de comentarios.


[1] “Manumiso” es el término con que se hace referencia a las personas que anteriormente contaban con una condición de esclavos, pero que ya han obtenido su libertad.


[2] Saint Domingue es el nombre que, dentro de la isla llamada “La Española”, toma la parte dominada por el impero francés; mientras que, cuando hablamos de Santo Domingo nos referimos a la parte que se encuentra bajo el dominio del imperio español.

Fuentes:

Lepkowski, Tadeusz. Haití. La Habana: Casa de documentación sobre América Latina, 1964.

Becerra, María. “Haití: el primer grito de libertad americano”. Historia: Debates e Tendências, núm.13 (2013): 78-90.

Victoria, Jorge. “Jean François. De la Revolución Haitiana a su exilio en España”. Secuencia, núm.58 (2009): 27-48.

Dash, Jean Michael. “El teatro de la Revolución Haitiana. La Revolución Haitiana como teatro”. Contexto, núm.11 (2005): 99-110.

Pinto, Antonio. “La Revolución de Haití: Revisiones”. Revista de Indias, núm.248 (Fall 2010): 251-155.

Gomides, Ludmila. “Princípios Jurídicos na Colonizaçao do Novo Mondo: O debate sobre a escravidão indígena nas Américas portuguesa e espanhola”. Revista Internacional de História Política e Cultura Jurídica, vol.7, núm.3 (2015): 456-472.

Victoria, Jorge. “La aventura imperial de Espana en la Revolución Haitiana. Impulso y dispersión de los negros auxiliares: el caso de San Fernando Ake, Yucatán”. Secuencia, núm.49 (2001): 70-87.